Comprender las necesidades de los usuarios y traducirlas en requerimientos detallados para el equipo de desarrollo. Elaborar casos de uso, redactar y gestionar historias de usuario, visualizaciones y flujos de procesos. Explicar cómo los requerimientos pueden ser implementados desde una perspectiva funcional, promoviendo mejoras en la experiencia del usuario. Mantenerse 2-3 sprints por delante del equipo, asegurando que cada funcionalidad tenga una definición clara de “hecho” y que esté alineada con los criterios de entrada al sprint. Comunicar la visión del producto a desarrolladores y testers...